Los Museos del Lejano Oriente en Bruselas (Bélgica) permanecen cerrados por razones de seguridad y como consecuencia del estado de sus tres edificios, el Pabellón de China, la Torre Japonesa y el museo de arte japonés.

Desde que los museos se cerraron sólo se han acometido pequeños trabajos de mantenimiento en la Torre. Durante todo este tiempo los edificios están cerrados aunque parte de la colección de porcelanas chinas se han trasladado al Museo del Cincuentenario. Aunque las exóticas estructuras pueden verse desde cierta distancia, el acceso a sus inmediaciones está vedado con vallas.
El cierre se produjo tras detectarse problemas en las infraestructuras, que según la propia información que facilita el museo «podían poner en riesgo la integridad física de trabajadores y visitantes». Así las cosas, La Régie des Bâtiments, que es la agencia estatal responsable de los inmuebles decidió clausurarlos y acometer un proyecto integral de restauración. Sin embargo no hemos podido encontrar información sobre dicho proyecto, a pesar de solicitarla a los Museos Reales de Artes e Historia, entidad a la que están adscritos los museos.

Ubicados en el Parque Laeken de Bruselas (Bélgica) y muy cerca del Atomium, los Museos del Lejano Oriente (Musées d’Extrême-Orient) son el resultado del capricho de un Rey, en este caso Leopoldo II. En la exposición universal celebrada en París en 1900, el monarca de los belgas se quedó prendado de una torre japonesa que formaba parte de un conjunto sobre arquitectura oriental y decidió adquirir parte de ella para ubicarla en Laeken y crear un museo. Sólo una mínima parte es originalmente oriental porque la mayoría del edificio, de 40 metros de altura, fue construido en Bruselas entre 1901 y 1904 como copia de la de París (que a su vez era obra de un arquitecto francés) por carpinteros belgas, siguiendo, eso sí, las tradicionales técnicas japonesas (nada de clavos, por ejemplo); la decoración exterior e interior sí es originaria de Japón, aunque en el interior también hay detalles europeos. Unos años más tarde el propio Leopoldo II impulsaría la creación del Pabellón Chino, con piezas de madera originales que el propio monarca había comprado en la exposición de París; la idea era convertirlo en un restaurante de lujo (que nunca se abrió). Finalmente el museo de arte japonés fue construido como establo y garaje para el restaurante y estuvo cerrado hasta su inauguración como museo en 2005.
El Pabellón Chino alberga, entre otros objetos, una excelente colección de cerámica tanto china como japonesa; mientras, el museo de arte japonés, centrado en la época de Edo (1600-1868) exhibe objetos en metal, laca, pinturas, xilografía, textil e incluso esculturas. Ahora parte de las coleciones de cerámica se han trasladado al museo de Cincuentenario.
FICHA MUSEOS DE EXTREMO ORIENTE
Cerrados por reforma
Fecha de inicio: cerrados desde octubre de 2013
Fecha de conclusión: desconocida
Andamios: las últimas informaciones de que disponemos indican que sólo hay vallas bajas impidiendo acercarse a los edificios.
Acceso: cerrados, parte de las colecciones de cerámica china están ahora en el Museo del Cincuentenario.
Para saber más de los Museos
Las fotos de esta entrada son de
La de la portada es de Bora.mardan — Travail personnel, CC BY-SA 4.0,
La de la torre de Jean-Pol GRANDMONT — Travail personnel, CC BY 3.0,
La del pabellón de Flouze — Travail personnel, CC BY-SA 3.0