La Fuente de Neptuno uno de los símbolos de la ciudad de Bolonia (Italia) pasará nueve meses más entre andamios, después de que los especialistas que se ocupan de su restauración hayan detectado daños ocultos que han recomendado replantear las actuaciones.

Las obras de restauración del gigantesco dios del mar comenzaron en junio de 2016 y en principio estaba previsto que acabaran en octubre, aunque el agua no brotaría nuevamente hasta 2017. Sin embargo, según se ha anunciado en diciembre, las obras se van a alargar nueve meses más y no será hasta septiembre de 2017 cuando la fuente monumental sea liberada de los andamios que la cubren por completo. La prolongación de los trabajos te seguirán dando la oportunidad, al menos, de ver al majestuoso Neptuno como nunca antes y nunca después: las visitas guiadas por el interior de la estructura de andamios se han prorrogado, por ahora, hasta marzo y con nuevos horarios (ver más abajo)
Inicialmente los trabajos tenían por objeto realizar una limpieza tanto del bronce de la escultura como de la piedra de la fuente, respetando la pátina, pero eliminando, sobre todo, las capas que habían ido acumulándose como consecuencia de la contaminación, de los excrementos de las aves o materiales utilizados en anteriores procesos. Además se iba a proceder a renovar el circuito de agua para dotar al monumento de su función original y se iba a instalar un nuevo sistema de iluminación. Sin embargo, tras el inicio de los trabajos se han descubierto problemas de anclaje y estructurales que ponían en riesgo la propia estabilidad del Neptuno. Esa es la razón por la que los trabajos se prolongarán hasta septiembre.

La Fuente de Neptuno (Fontana del Nettuno) es el icono de la ciudad de Bolonia (Italia) y justamente ahora cumple 450 años ya que fue finalizada en diciembre de 1566, tras ser encargada por el Papa Pío IV al finalizar el Concilio de Trento. La fuente pretendía mostrar de manera grandiosa la generosidad y el buen gobierno papal y fue una obra realizada en colaboración entre el arquitecto, Thomas Laureti, y el escultor Giambologna; en realidad se incluía en un proyecto urbanístico más amplio de redemodelación de la ciudad y, especialmente, de la Piazza Maggiore que además tenía por objeto generar un sistema de suministro de agua corriente.
Hasta el momento cerca de 15.000 personas han podido contemplar al Neptuno de cerca gracias al programa de visitas guiadas. El nuevo horario de invierno (6 enero-marzo 5, 2017) será viernes a las 19, sábado y domingo a las 15 y 16. La duración es de 60 minutos y sólo 35 personas por grupo pueden participar en las mismas. El coste es de 5€ y se requiere de registro previo, por ejemplo a través de la página web creada para la restauración, a la que puedes acceder pinchando aquí.
Con nuestro agradecimiento a ComunicaMente responsables de la Oficina de Prensa de la Restauración, y al Ayuntamiento de Bolonia, por la magnfífica información facilitada a Un viaje sin andamios.
Para saber más de la Fuente:
En la página creada con motivo de la restauración (en italiano e inglés)
Para saber más de la restauración:
Fotos de esta entrada:
Las fotos de esta entrada, salvo la previa a la restauración, son obra de Roberto Ravaioli y han sido facilitadas por la Oficina de Prensa de la restauración, a cargo de ComuncaMente)